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Guonderlan

Que beya plebella!

Más pelos

Me corté los pelos.
Y me queda bien.
Con un amigo dsicutíamos sobre esa bendita costumbre que tenemos las mujeres para cambiar la cabeza de afuera hacia adentro ( o sea, cortarse, teñirse, enrularse, plancharse o lo que sea, y después ponerse a pensar), pero lo mío es al revés. Mis ideas ya cambiaron
Este corte de pelo es un corte de situación.

Inesperada

Desde hace días observo que nadie me espera.
Viajo de acá para allá, pero en los puertos nadie sale a recibirme.
Me pregunto si seré yo.
Y me respondo que sí.
Y a veces me jode. Y a veces no

Ojo! ta?

Dice mi abuelita que lo que es moda no incomoda.Pero las ojotas y/o chancletas ( o havaianas, como le dicen) serán muy fresquitas, pero son una tortuar.
O tengo pies de hada.
Resumiendo, nadie me gana en la colección de ampollas interdedales.

Coloooores!

Hoy decoloré algunos de mis pelos. Esos que tenemos en las gambas, y que no vale la pena ( si, pena) depilar, porque son pocos, pero ahí, negritos, quedan feos.
Pero, caer en la tentación del agua oxigenada es tan fácil...
Seguí con los pelitos de los brazos, para ver como quedaba.
Y no pude resistirme a agarrar un mechón de mi castaña cabellera y transformarlo en rubio.
Debo frenar.
No quiero pasar de " la negra" a "rubia mireya".
No queda bien. Es una involución peluqueril. Y mental

Más duro que un pie

Callos, juanetes, ojos de gallo,durezas, remojar los pies en agua con sal, asperezas son cosas de las que hablan las tías abuelas.
Hasta que un día,la piel de nuestros amados pies, se empieza a parecer a un papel de lija o a un cascote.
Y ahí aparece el batallón de Piedras Chinas, (¿Son de China?¿ Ahí se fabrican? Nunca lo
supe) limas, piedras pómez, escofinas, y casi casi, amoladoras.
En el momento que usas una de esas cosas por primera vez, las usás para siempre. Es casi como depilarse. Y digo casi, porque una se puede dejar de depilar (generalmente en invierno y sin novio) y no hay problema.
Pero los pies, no los abandones un día, que se te descuajeringan todos.
Y creo que la textura pédica, se hereda.
Una vez, mi tía, se metió en la cama en donde mi tío ya estaba domitando. Y él le dijo: sacate las zapatillas. (Ella estaba descalza. Lo que demuestra la dureza de sus pies, o el poco tacto de mi tío. O ambos)
Encima, no hay nada más lindo que andar descalza por el mundo. Pero esto implica que las plantas de tus pies, lentamente se trasformen en suelas, o en pies de hobbit.
De todas maneras, esas cosas a mi no me pasan.
Pero, por las dudas, puse las patas en remojo

La totalidad del corpiño

Pertenecer a la parcialidad...riverplatense, o peronista o pelirroja siempre me llamó la atención. No el hecho de pertenecer a alguno de estos grupos, o a cualquier otro, sino el hecho de ser parte de una “ parcialidad”. ¿ qué sería entonces pertenecer a una totalidad? ¿acaso eso existe? Bueno, podría decirse que uno es parte de la “totalidad” de la humanidad, o de los terrestres, o algo así, pero no estoy muy segura.
De lo que estoy segura, es que pertenezco a la parcialidad de las tetonas. ( Y no es un postulado orgulloso. Sólo es)

La mujer también desciende del mono

No. No es una apología de la queja eterna contra la depilación. Es sólo un comentario: ¿ Se dieron cuenta de aquellos pelos desubicados, que se niegan a abndonar el lugar que ocupan a pesar de pasarles cera, depiladys, trac II o chicle usado?
En esos casos, lo único por hacer es recurrir a nuestra amiga la pincita de depilar.
Y a ella no la sufrimos tanto. Es más, ese masoquismo individual del pelo, nos atrae.
Y nososmos las únicas.
Presten una pincita a un ser masculino un rato, y lo encontrarán divertido quitándose los apéndices capilares de varias zonas.
Nos gusta el durazno. Y la pelusa

Yo tengo unos ojos negros...

Usar rimel en las pocas pestañas de abajo y no mancharse la jeta. He ahí la habilidad máxima del ser humano