Historia de mañana
Una mañana me desperté con una caricia en mi cabeza, en mi pelo enroscado en la almohada
Era un día de semana, pero el despertador no había sonado. Otros llamados llegaron antes.
Una mañana te quedaste ahí, a mi izquierda, en mi cama. Y no te fuiste de ese lugar
También te pegaste a mi compu, eligiendo música que te gustaba, trayendo la tuya propia. Igual que con los libros
Leía lo que me mostrabas mientras vos te zambullías en mi biblioteca ecléctica y me preguntabas sobre cada libro el porqué, el cómo y el cuándo lo había leído, o qué había producido en mi.
Cociné tus comidas favoritas, vos descorchaste esa botella. Y esa otra.
Te reíste de mis pavadas, y yo también de las tuyas. Y ahí nos dimos cuenta de que no eran ninguna pavada.
Me cepillaste el pelo, para jugar... Y yo conté los lunares de tu espalda y los comparé con las constelaciones, hasta que me di cuenta que formaban la misma figura que El Centauro
Una mañana me desperté dandome cuenta de que lo que quería vivir ya lo estaba viviendo.
Una mañana me desperté y me di cuenta que había estado soñando un sueño hermoso. Que nadie estaba cerca para contarselo. Y que dependía de mí salir a buscar las respuestas a la calle fría, o quedarme adentro llagandome la carne con las lágrimas.
Mejor busco los guantes y la bufanda, no?
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