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Guonderlan

De paseo?

Salgo a caminar por ahí, por las razones que sea: comprar tomates  y frutillas, buscar una casa con un limonero en el jardín de adelante, pagar un impuesto, ir al trabajo, buscar una nena de trenzas jugando en la vereda,  contar diez  casas en una cuadra, o el trapo rojo que sea  necesario.

Y a  veces llevo la guía  de Buenos Aires de bolsillo, sobre todo cuando tengo que llegar a horario a un lugar que no conozco. Pero generalmente me guío  por la dirección que lleva mi  naríz o  por algunos indicios en el camino: un perro que camina muy decidido, un auto naranja que dobla la esquina aquella, una calle muy arbolada o con adoquines, casa viejas  y grandes ( generalmente eso es decisivo)

Camino  y no  me pierdo. Ni siquiera caminando por calles algo oscuras  sin señalizar.

No me pierdo en el gran  buenos aires, en esas cuadras con gomerías  tristes y verdulerías alegres.

No  me pierdo  en  ese lugar   donde  ni siquiera se el nombre del barrio, o no me suena el nombre de ninguna calle.

No tengo brújula y a veces esta ciudad me marea al  buscar  sus puntos cardinales, porque los edificios o las nubes no me dejan ver el sol  o las estrellas para ubicarme.

Pero nunca estoy perdida.

Porque descubrir esos caminos hace que me encuentre.

 

3 comentarios

Mafaldita -

¡Qué blog más monono!
Cuando ando por lugares nuevos en BS As mi Filcar se me encarna. Soy una filcar y recién me la saco para bañarme.
Saludos

Capitan de su calle -

Esa costumbre de exploradora que tenes...

Naty -

Felíz de ti, hermana mia. Ni con la Filcar puedo encontrar un camino preciso sin perderme indefectiblemente.

Por suerte o desgracia, para encontrarme a mi, recorro los caminos internos. Más intrincados y revoltosos. Silenciosos casi. Lúgubres hoy, mañana, quien sabe.

Sigo creyendo que los tuyos son más divertidos, tan reales ellos que a veces parece que puedo verlos.