Diálogo real presenciado por la autora en la Plaza del Señor con Caballo, entre Dios, Satanás y ella misma.
Satanás (recriminandole a Dios): ¡Porque vos le diste tenedores a la gente, y después hiciste llover sopa!
Dios (mirándolo como si le importaran sus reproches y cantando aleluya) Uia, ahora me dio hambre
Yo (tratando de disimular los nervios que me dan al estar frente a estos dos): Yo me sé la tabla del pan. La leí en un libro, una vez: pan por uno, pan. Pan por dos, pan pan...
Dios: Uh! Y yo que me pasé toda la tarde amasando...
(Silencio incómodo con fondo de risas de íncubos, súcubos y querubines.)
Dios: (Mientras saca un pucho, a Satanás) Che, vos, el de barbita, ¿tenés fuego?
Satanás saca una bola de fuego del bolsillo, y le ofrece
TELÓN. FIN DEL ACTO TERCERO.
Dios (mirándolo como si le importaran sus reproches y cantando aleluya) Uia, ahora me dio hambre
Yo (tratando de disimular los nervios que me dan al estar frente a estos dos): Yo me sé la tabla del pan. La leí en un libro, una vez: pan por uno, pan. Pan por dos, pan pan...
Dios: Uh! Y yo que me pasé toda la tarde amasando...
(Silencio incómodo con fondo de risas de íncubos, súcubos y querubines.)
Dios: (Mientras saca un pucho, a Satanás) Che, vos, el de barbita, ¿tenés fuego?
Satanás saca una bola de fuego del bolsillo, y le ofrece
TELÓN. FIN DEL ACTO TERCERO.
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Vanesa -