De vuelta la mula al trigo de principio de año
Otra vez, azuleando aguas, me dirijo al encuentro de tus ojos.
Un locutor ruso se interpone, pero tu parla rompe barreras de trenes clausurados, y terminamos en la cama de tus viejos, mirando la tele y comiendo bizcochitos.
Besos nuevos, de golpe, y una promesa de compromisos extraños, me sacudieron.
Y cuando vi tus dedos, deformes por el paso del tiempo, te quise igual. Te quise más.
Un locutor ruso se interpone, pero tu parla rompe barreras de trenes clausurados, y terminamos en la cama de tus viejos, mirando la tele y comiendo bizcochitos.
Besos nuevos, de golpe, y una promesa de compromisos extraños, me sacudieron.
Y cuando vi tus dedos, deformes por el paso del tiempo, te quise igual. Te quise más.
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Christian -