La nota de base y el acento.
Anoche vi la película El Perfume. Ya había leído el libro hacía un tiempo, y siempre me sentí, en un lejano lugar, identificada con Grenouille. Yo también reconozco el mundo y las personas por los olores.
Mariana me dijo el otro día que le encantaba el olor de mi cocina. Y justo ese día, olía mal. O sea, no olía a comida recién hecha, o a frutos rojos o cáscara de limón secándose en el horno ( los uso para perfumar el té). Ni siquiera olía a comida olvidada hace siglos en la heladera. Olía a vacío de ideas ese día. Sobre olores no hay nada escrito
Cuando estoy triste mi olor me traiciona. Huelo de manera amarga, no importa que coma frutas y me perfume con olores envasados, truchos y verdaderos. Mi tristeza se expande, yo la siento, através de mis poros
Me preocupa la gente que no huele. No quiero decir que no tenga su olor personal, todos, por suerte, lo tenemos. Si no aquella gente que tiene anosmia. Me preocupa que se estén perdiendo de algo importante y hermoso.Por eso insisto con la descripción sinestésica: los frutos rojos secádose en el horno huelen a casa de abuela por la tarde; La leche cuando hierve es una mañana fría, y preciosa, a fin de otoño. Darwin, cuando hace un par de días que ha sido bañado, es un nene jugando en la vereda, visto como en cámara lenta por la ventana.
Anoche vi El Perfume, y soñé con tu olor. Tu olor a niñohombre, tu olor de rojo a borgoña, tu olor a vainilla y vino...Tu olor me envolvía y me llevaba por un corredor de viento, en una calle de otoño
Las hojas quemándose a lo lejos, algunas naranjas de fondo, pinceladas de café y de metal frío... Tu olor penetrando el mío, llegando con la lluvia, creciendo con la tierra y el pasto. El perfume infinito de tu cuello, tu pecho, tu boca, desgastando las aristas de la tarde de un domingo...y el viento, la llovizna, esa manta cálida e invisible que se abre en estos días de abril.
Soñé con todo eso. Por eso tengo que contarme los olores de otra forma, para contárselos a otras personas que no han podido, todavía, emborracharse una mañana tan sólo aspirando hondo
Y ahora quiero saber: ¿A qué huele tu casa, tu mañana. Tu cocina, tu piel cuando estás triste?
3 comentarios
Andy -
A nostalgia.
A vacío.
me gusta mucho el blog
A.-
Javier Menéndez -
Harían falta fronteras, pasaportes y visados.
Cassandra -
Te la linkeo igual, en muchas cosas siento que somos bastante parecidas...
http://cassandracross.blogspot.com/2007/02/el-color-de-los-olores.html
Besos!