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Guonderlan

Utilero

Me hacías reír mucho
Me hiciste llorar un par de veces, también, pero nunca lo viste.
No entiendo porque no mostramos el llanto como mostramos la risa. La mayoría de las veces porque queremos evitar que el otro vea nuestro dolor o impotencia, pero el llanto de felicidad no es igual, y sin embargo lo escondemos.
Vos me hiciste llorar de impotencia. Faltaban cuatro días para que te vayas, y yo no sabia que hacer con vos. Me dolías mucho en el presente. Me doles aún.
Si hago una abstracción lógica de la situación, puede llegar a doler un poco menos, pero no mucho.
Pienso, pienso mucho en que sólo sos un ser humano, de genero masculino, de 30 años de edad, que vivió su infancia y su adolescencia 5 años antes que yo, o sea que ve al mundo de otra manera. Cuando yo terminaba la primaria, vos terminabas el secundario. Infiero que escuchabas a Soda Estéreo, a los Pericos con el Ritual de la banana, a Queen, a Charly con Cómo conseguir chicas y a Fito con Ciudad de pobres corazones, que es un par de años anterior.
Y Metallica, con su album negro...
Encima, sos entrerriano, de una ciudad que esta junto al río, enfrente de otra gran ciudad. Con subidas y bajadas, con barcos y vascos.
Con tanto por hacer, y yo tan joven
Con tanto por hacer yo, tan joven.
Y te cruzaste esa tarde en mi vida. Porque fue una tarde, en Patricios, que te vi volver del almuerzo, y que le dije a mi amiga Eliana que eras lo que me gustaba, lo que quería, lo que esperaba que fueras, que eras, al final.
¿Y el final? Nadie sabe cual es el final.
Me hacías reír mucho, me acuerdo. Me encantaba la forma en que te castigabas, y te justificabas con la mentira, te reías de vos, te divertías con vos. Me hacia reír la forma de tu boca cuando sonreías, y cuando el ceño se te fruncía de preocupación, me despertaba la sonrisa y el ceño fruncido. Las arrugas se me despertaban por las tuyas.
Me despierto de golpe, y me doy cuenta que estas lejos, que ya no me haces reír porque ya no estas cerca, porque tu presente no es captado por mi cámara ojo, porque ya no me haces reír más. Tampoco me haces llorar. Mi reacción es ante tu recuerdo, que no sos vos, sino la imagen que tengo de vos, el sonido que me queda de vos. Y reacciono con una sonrisa triste, con ojos brillantes, pero limpios, sin lagrimas, reacciono con una sonrisa de costado que te pedí prestada (Y dudo que te devuelva). Reacciono sin reaccionar ante tu fantasma, que me ve pasar, desde su traslucencia, por las calles de este pueblo que es mucho más gris desde que no me haces reír más.

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