Inconciente
Estoy Ben(mal)dita. Nunca me olvido de lo que sueño.
¡ Y cómo me gustaría olvidarme que anoche podíamos hablar! Y aunque gritábamos y puteábamos, lo hacíamos porque sabíamos que el otro existía, que era algo más que recuerdo, que era tangible y puteable.
Anoche se me llenaba el teatro de dibujos animados, y el hecho social que te envolvía aparecía en la parte de historietas de los diarios.
Anoche me perdía en los patios de mis vecinos, y me volvía a encontrar entre tus fantasmas.
Se bien que el rechazo de lo antes amado es sólo miedo de volver a amar.
Por eso, con este gesto, me exorciso de tu dolor y de mi lejanía de vos. De nuestro espanto.
¡ Y cómo me gustaría olvidarme que anoche podíamos hablar! Y aunque gritábamos y puteábamos, lo hacíamos porque sabíamos que el otro existía, que era algo más que recuerdo, que era tangible y puteable.
Anoche se me llenaba el teatro de dibujos animados, y el hecho social que te envolvía aparecía en la parte de historietas de los diarios.
Anoche me perdía en los patios de mis vecinos, y me volvía a encontrar entre tus fantasmas.
Se bien que el rechazo de lo antes amado es sólo miedo de volver a amar.
Por eso, con este gesto, me exorciso de tu dolor y de mi lejanía de vos. De nuestro espanto.
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