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Guonderlan

Bien llegada

Las despedidas se disfrazan de  muchas cosas a la hora de actuarse.

A veces es un enojo, una pelea casi sin sentido, para no mirarse a la cara  y decirse  que nos hemos de extrañar.

Otras es un beso muy  húmedo y repetido, pero igual de deseable, en la oscuridad de las cosas, ahí donde nadie más sabe ( ni debería saber)

Puede ser una mirada fija, brillante, un labio mordido, una cara de "no lo puedo creer todavía"...

Una comida casera. Una canción  para vos en la radio.

Un apretón más efusivo en el hombro   en el momento del abrazo.

Una despedida pueden ser muchas cosas. Y siempre  son cosas para los dos que estamos ahí, en el ojo de esa tormenta personal.

Pero una  bienvenida es  algo que  crepita adentro.

Es  que los ojos  se descubran nuevos mirando ese paisaje.

 Es el viento de cambio en la cara, hasta el estallido.

Estan  íntimo, tan personal, tan profundo...

Y lo mejor de las bien venidas, es cuando alguien más allá de tu piel, te  dice, de alguna manera, que es otra alegría que hayas  llegado allí.

 

 

 

Vamos  allá

2 comentarios

Capitan -

Bienvenida entonces por estos lares.

Jul -

Qué lindo!